Debut en Tercera

Como todo buen canterano, la máxima ilusión de un niño, es jugar en el primer equipo. Mi debut en tercera división fue en enero del 1996, con tan solo 16 años. De la mano de Jacinto Barreiro cumplí un sueño y un objetivo. A partir de ese día, fui un asiduo en las alineaciones del primer equipo del Arosa SC, lo que me sirvió para ir mejorando al lado de compañeros con gran experiencia. La siguiente temporada 96-97, aún con 16 años, juego la temporada entera en el primer equipo entrenado por Eduardo Carregal.

Fichaje por la SD Compostela

Después de hacer una buena temporada con el Arosa,  al año siguiente llegó la llamada del Compostela, de aquella en primera división, en junio de 1997 firmo un contrato de dos años. Aún tenía edad juvenil, 17 años, por lo que fui a formar parte del equipo juvenil de división de honor, dirigido por Fernando Pedrosa. Hago la pretemporada con el equipo filial de tercera división, presidido por Antonio Murcia, y en el mes de septiembre, la misma semana antes de empezar la liga con el equipo filial, sufro un accidente grave, al caerme de una altura de 11 metros ,que me apartó de toda actividad durante dos meses. En diciembre del 97, reaparezco jugando dos partidos con el equipo juvenil de división de honor. Otro grave contratiempo, enfermo de hepatitis, me tuvo inactivo otros dos meses. En febrero del 98, reaparezco de nuevo, esta vez en el Compostela b, con Suso Moure como entrenador. El equipo batió el record de todas las categorías españolas de imbatibilidad en esa temporada. Quedamos campeones de liga y jugamos el play off de ascenso a segunda división b. Lo teníamos todo a nuestro favor, pero en el último partido contra la Ponferradina, perdimos en su campo y se nos esfumo el sueño del ascenso por el gol-average. Una gran decepción para todos, que sirvió para curtirnos para el futuro, a nivel colectivo y a nivel individual.  Ahí hice grandes amigos, entre ellos Cabrejo y Rodri , con los que mantengo una estrecha relación.