Aquellos maravillosos años

Posted on by demo

El destino vuelve a unir a la selección española y al continente africano. Hace once años, el primer y único Campeonato del Mundo conquistado por nuestro país, fue precisamente ahí, en África. En aquella ocasión, fue la selección española sub-20 la que se alzó con la Copa de Mundo en Nigeria´99. Fue el mayor logro a nivel mundial conseguido por nuestro fútbol.

Esa selección estaba dirigida por Iñaki Sáez y capitaneada por los actuales Campeones de Europa, Iker Casillas, Xavi Hernández y Carlos Marchena. Además de otros grandes jugadores como Yeste, Aranzubía, Orbáiz, Gabri… y los tres representantes de nuestra tierra Pablo Couñago, Alex Lombardero y un tal Pablo Coira.

En aquella ocasión no tuvimos un grupo fácil. El primer partido era contra la Brasil de Ronaldinho, Fabio Aurelio, Edú o Baiano. Para nada éramos favoritos en ese choque, todo lo contrario, pero salimos ganadores de ese encuentro en muchos aspectos, no solo por la victoria, sino también y creo que lo más importante, por sacarnos los miedos y darnos cuenta de nuestro potencial, tras haberle ganado, posiblemente, a la selección más fuerte por dos goles a cero. Ahí empezamos a ganar el mundial. En nuestro grupo también estaba Zambia y Honduras. El primero recuerdo que fue un partido complicado. Empatamos a cero. Los más de 45ºc y un 90% de humedad, hacía que no nos sintiéramos cómodos, contra una Zambia que estaba en su salsa. Por último, y siguiendo con las casualidades del destino, nos enfrentamos a la Honduras de David Suazo,al igual que en este Mundial de Sudáfrica.El partido se nos dio muy bien.Ganamos 3-1 y pasamos a octavos como primeros de grupo. Para conseguir el título tuvimos que eliminar a Estados Unidos, Ghana, Mali y por último a Japón en la final. Los equipos africanos fueron los que mejor se adaptaron al mundial. Solo hay que ver que para octavos de final se clasificaron cuatro equipos, para cuartos dos y uno para la semifinal. Cabe destacar la gran actuación de Malí, era su segundo mundial y llegó a semifinales guiados por un Seydou Keita (que posteriormente llegaría a ser elegido el mejor jugador del torneo) y un desconocido Mamadou Diarra. Sin embargo la gran revelación del torneo no fue otra que la inesperada Japón, nuestro rival en la final. Tuvieron un gran campeonato eliminando a Inglaterra (Ashley Cole), Portugal (Simao), México (Rafa Márquez) que habia eliminado a la Argentina de Cambiasso y Galleti, y Uruguay (Forlán). Una gran generación de jugadores que hoy en día son estrellas: Pizarro, Santa Cruz, Galleti, Julio César, Chevanton, Cambiasso, Robbie Keane, Ronaldinho, Gabi Milito. Muchos de los jugadores de ese mundial volverán a repetir en Sudáfrica y espero que también se repita el campeón.

Bajo mi experiencia vivida en ese mundial, puedo decir, que dicho acontecimiento es lo más grande que puede vivir un jugador de fútbol. Una competición en la que apenas tienes margen de error,si fallas en un momento clave,te vuelves para casa, por muy favorita que seas. Creo que es la emoción del fútbol en estado puro, donde la palabra “equipo” es más importante que nunca, donde el gol de uno es el gol de los 23, de todo un país. No hay colores blancos ni azulgranas,ni celestes ni blanquiazules, solo hay uno, el rojo.
Una de las claves de lograr el campeonato fue la unión que existía entre todos nosotros. Era una situación complicada por que vivir en un país como Nigeria durante un mes, se hizo, por momentos, realmente duro.Antes de partir tuvimos que ponernos alrededor de 5 inyecciones cada uno para evitar riesgos de enfermedades e infecciones. El calor, más de 45º, junto con la elevada humedad, hacía aún más duro el trabajo diario. La mala alimentación, la escasa comunicación con nuestra familia, el no poder salir de las instalaciones por seguridad, y una larga lista de handicaps, hizo que nos unieramos más y así ser más fuertes en todos los sentidos. Sé que todas estas condiciones no se darán en Sudáfrica pero la unión de la selección de Vicente del Bosque,que me recuerda a la nuestra, estaría por encima de todas esas adversidades.

Mi generación sigue presente en África, nuestro estilo de juego también, marcado por un mismo número, el 8 de la roja.

(VER BIOGRAFÍA, MUNDIAL SUB-20)